Historia de los números imaginarios
Surgimiento de los números imaginarios
Su nombre fue acuñado por René Descartesen el Siglo XVII y lo propuso con intenciones despectivas aunque es un concepto válido, suponiendo un plano con ejes cartesianos en el que los números reales se encuentran sobre el eje horizontal y los imaginarios sobre el eje vertical complejo.
Para agregarle mitología además de llamarlo número imaginario, se le hizo pertenecer al conjunto de los números complejos. Si no conocemos el valor real de i, por lo menos sí sabemos que i elevada a la potencia i es un número irracionalconocido como: I = ii, por ejemplo: I = ii = 0,20787958140365… y este es un número imaginario que es muy real.
Historia
En el año 1777, Leonhard Euler le dio el nombre de i, por imaginario, de manera despectiva (i = √¯-1) dando a entender que no tenían una existencia real.
Gottfried Wilhelm Leibniz, en el siglo XVII, expresó "El Espíritu divino se manifestó sublimemente en esta maravilla del análisis, en este portento del mundo de las ideas, este anfibio entre el ser y el no ser, que llamamos raíz imaginaria de la unidad negativa".
En 1572, Rafael Bombelli ya había realizado cálculos utilizando números imaginarios pero sin utilizar aún la letra i, y en 1811, Jean-Robert Argand crea la representación gráfica del Plano complejo también conocida como plano de Argand.
Notación de un número imaginario
Un número imaginario se denota por bi, donde: bes un número real e i es la unidad imaginaria: √¯-1 = a i. Cada número imaginario puede ser escrito también como i·r donde r es un número real e i es la unidad imaginaria.
Los valores de las potencias de la unidad imaginaria se repiten de cuatro en cuatro. Los números imaginarios permiten calcular raíces con índice par y radicando negativo.
Recuperado de:
https://www.ecured.cu/Números_imaginarios
Aslic Valenzuela
Aslic Valenzuela
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